Foto fuente: Vanguardia
Las primeras concesiones para la exploración y explotación de petróleo en Colombia fueron firmadas por el gobierno en 1905. La primera con Roberto de Mares, precursor del negocio de la exploración en Colombia, que comprendía una gran extensión de terreno al sur de lo que hoy es Barrancabermeja. Y la segunda con el general Virgilio Barco Martínez, localizada en el Catatumbo (Norte de Santander). Estas concesiones terminaron siendo cedidas a compañías extranjeras, pues las actividades de exploración requerían capital y un gran conocimiento.
La concesión De Mares pasó a ser propiedad de la Tropical Oil Company (Troco), filial de la Standard Oil de Nueva Jersey, conocida hoy como Exxon, y la concesión Barco se encargó a la Colombian Petroleum Company, Colpet, y la South American Gulf Oil Company, ambas filiales de la Gulf Oil Company.
Así comenzó el verdadero desarrollo de la industria del petróleo en nuestro país, en la que las compañías extranjeras fueron las que aportaron la experiencia y construyeron gran parte de la infraestructura con la que cuenta hoy nuestro país.
La reversión al Estado Colombiano de la Concesión De Mares, el 25 de agosto de 1951, dio origen a la Empresa Colombiana de Petróleos Ecopetrol, la cual emprendió actividades en la cadena del petróleo como una empresa industrial y comercial del estado, encargada de administrar los recursos de hidrocarburos de la nación, y creció en la medida en que otras concesiones se revirtieron.
Actualmente el estado depende en gran medida del precio internacional del petróleo, tanto así que la baja en los precios internacionales tiene un efecto directo sobre la inflación, ya que los ingresos por la venta internacional de petróleo representan casi el 6% del PIB de la nación.
El gobierno nacional debe tener en cuenta que los ingresos por explotación de hidrocarburos, así como las reservas actuales, son limitadas, generándose una gran inquietud en el futuro de la economía nacional.